ESCARABAJOS QUE REVOLUCIONAN LA CIENCIA

Decía Jacques-henri Saint Pierre que “La naturaleza es grande en las grandes cosas, pero es grandísima en las pequeñas”, algo que parece cobrar más sentido que nunca cuando nos referimos a ciertos seres. Y es que desde que se llegó a la conclusión que el más fuerte del planeta es el escarabajo Hércules, capaz de levantar objetos de hasta 850 veces su propio peso (lo que equivaldría a que un hombre de 80 kilos levante 52.000 kilos), los descubrimientos con coleópteros se suceden casi día a día. Sin ir más lejos, durante el pasado mes de agosto leía en los medios un par de noticias relacionadas con este peculiar insecto. El primero de ellos hablaba sobre el escarabajo Cyphochilus, cuyo estudio, según afirmaban los científicos de la Universidad de Exeter, podría enseñarnos cómo producir materiales ultrafinos de blancura brillante permitiéndonos en el futuro que el papel, el color de nuestros dientes y aún la eficacia de las fuentes de luz sean mejorados considerablemente.

Según parece, su caparazón está cubierto de una estructura única (escamas 10 veces más finas que un cabello humano) y, de acuerdo con los estándares de calidad de las normas ISO, el Cyphochilus es mucho más blanco y brillante que la leche. De hecho, para que objetos tan cotidianos como el papel, los vasos plásticos o algunas pinturas, fuesen tan blancos, deberían ser el doble de gruesos. Por otro lado, tenemos que hablar de una investigación llevada a cabo por especialistas del Instituto de Tecnología de Georgia en Atlanta, en este caso relacionada con el escarabajo enjoyado o verde iridiscente Chrysina gloriosa, que captó la atención de la ciencia al dotar su armadura de su color característico debido a una compleja estructura celular.

Sin necesidad de pigmentos, las estructuras fotónicas presentes en el escarabajo manipulan la luz para que la armadura aparezca verde brillante. Así, el insecto se ve verde cuando es iluminado por luz no polarizada, como la luz solar, o la luz polarizada circularmente a la izquierda, en la cual la orientación luminosa genera espirales de color y el verde desaparece cuando el escarabajo es iluminado con luz polarizada circularmente a la derecha.

El análisis del escarabajo enjoyado demostró que su exoesqueleto está organizado, en su mayoría, en células hexagonales, aunque también tiene células de siete y cinco lados dependiendo de dónde se encuentren en la curvatura del caparazón. La estructura de este es análoga a la distribución de las moléculas en un cristal líquido nemático quiral. Los científicos aseguran que estos hallazgos se podrán utilizar para el diseño de dispositivos fotónicos e inspirar nuevos aparatos ópticos en miniatura.

Lo mejor de todo es que, según los propios innvestigadores, hay cientos de miles de insectos capaces de crear colores sorprendentes, especialmente porque lo hacen a partir de sistemas basados en el agua, por lo que mientras algunos seguirán estudiándolos para tratar de imitarlos, el resto continuaemos aprendiendo y, sobre todo, sorprendiéndonos.

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