22 de noviembre de 2009

ANALGESIA EPIDURAL Y PARTO NO MEDICALIZADO

De nuevo vuelve a la actualidad el tema de la analgesia epidural para el parto. Esta vez a través de una magnífica charla que dio Maribel, una compañera anestesióloga, al servicio de neonatología del hospital y que terminó en un interesantísimo debate sobre la conveniencia o no de utilizar otras técnicas alternativas para controlar el dolor del parto. Hace unos días tuve la ocasión de participar vía internet en otra acalorada discusión sobre el mismo tema.

Lo que quiero ahora no es entrar en los detalles técnicos del asunto, ni hacer ningún tipo de análisis sobre sus ventajas e inconvenientes. Existen varias posibles alternativas que cuentan con sus respectivos defensores y detractores, indicaciones y contraindicaciones, y, cómo no, opiniones para todos los gustos. Yo también tengo la mía.

El motivo de retomarlo ahora es compartir una impresión personal fruto de todos estos encuentros y que creo podría aportar un granito de arena al planteamiento del debate. Y quizá brindar algo de información útil a algunos futuros padres.

Es indudable que estamos viviendo una “moda”, cada vez más extendida, que aboga por otros sistemas más “naturales” para el control del dolor del parto que el que parece ofrecer la analgesia epidural. Y para ello se argumentan múltiples cuestiones relacionadas con la propia técnica y sus efectos indeseables en un marco argumental que incluye la mayoría de las veces, sin solución de continuidad, otros muchos problemas independientes de la técnica en sí y más relacionados con la evolución del propio parto y sus inherentes posibles complicaciones. Al mismo tiempo, se alaban con cierta desmesura las supuestas bondades de otros sistemas mucho menos eficaces en el control del dolor. Pues bien, mi impresión es que esta moda obedece a una reacción ante la situación actual que los padres viven generalmente en los paritorios y lo que realmente se esconde tras esta discusión es el legítimo deseo de que el necesario y anhelado control del dolor del parto no represente una renuncia a vivir la experiencia de la maternidad sin tanta “intromisión” médica. Yo creo, por tanto, que esta huída del llamado “parto medicalizado” busca en realidad una experiencia mucho más natural, “ecológica”, en la que se recupere el protagonismo perdido en la mayoría de los centros hospitalarios a favor del personal sanitario más que en una auténtica condena a la técnica epidural propiamente dicha.

En mi humilde opinión la única técnica realmente eficaz para el control del dolor del parto es la analgesia epidural. La mayoría de los inconvenientes que se le achacan son más atribuibles a su aplicación y posterior control que a la técnica en sí; además permite un margen de seguridad para la madre y el feto, y para la actuación de emergencia ante las posibles complicaciones que con tanta frecuencia se presentan, mucho más amplio que con cualquier otra alternativa.

Conseguir recuperar para los padres el ambiente y el protagonismo que les corresponde para hacer del acontecimiento del parto una experiencia de dimensión personal e íntima, similar a la que se experimentaría al realizarla en su propio domicilio, no está reñido con la técnica epidural, depende de crear unas unidades y servicios con suficientes medios materiales y humanos, donde se disponga de la tranquilidad y el tiempo necesarios para no tener que modificar innecesariamente un proceso que lleva su tiempo y que exige mucho trabajo en equipo, buenas dosis de paciencia, estrecho control y cuidado y un trato más confortable y cercano.

5 comentarios:

MiAnestesista dijo...

Una vez en mi consulta, la futura abuela, nada más sentarse junto a su hija, al otro lado de mi mesa me dijo: "Doctor quiero que le explique a mi hija lo malo que es la epidural".
Yo le dije: "Abuela, yo lo único que quiero que entienda es que usted y yo estamos del mismo lado, los dos queremos lo mejor para su hija".
Esta misma abuela me ha traido ya a otras dos hijas suyaa.

FJavier dijo...

M.A., sigo tus interesantes comentarios y opiniones y me satisface reconocer que coincidimos en la mayoría de las ocasiones. Muchas gracias por tu aportación. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola Javier,
Quería preguntarte sobre la "walking" epidural, qué es? y se administra en todos los hospitales?
Yo el incpnveniente que le veo a la epidural, hablo como usuaria y bajo mi punto de vista personal (no me baso en ningún estudio, por lo que te ruego me corrijas) es que el uso de la epidural te obliga a estar tumbada en la cama y muchas veces el bebé no se encaja bien o le dificulta la bajada por el canal de parto..además de ejercer más presión en la zona del perineo. Además no sé donde he leído que con la epidural se inhiben las contracciones, puede ser?

Saludos!
Camino

FJavier dijo...

Camino, la “walking epidural” es una analgesia epidural en la que la parturienta puede caminar durante casi todo el proceso de dilatación, ello se consigue manejando unos fármacos y a unas dosis que no impiden la deambulación. Tiene sus inconvenientes, exige un mayor control y por ende más recursos humanos, de ello depende fundamentalmente su aplicación. La analgesia epidural administrada en el momento oportuno y por personal entrenado no debe de “dormir” las piernas, ni impedir la percepción de las contracciones, ni dificultar la eficacia del pujo, ni los movimientos y cambios de postura en la cama. En estas condiciones, ni se inhiben las contracciones ni se dificulta la evolución adecuada del parto, todo lo contrario. El dolor en la zona del periné se corresponde con el expulsivo y también se puede corregir adecuadamente mediante la utilización de fármacos por el catéter epidural.
Difícil responder brevemente a cuestiones tan puntuales sin dejar de lado algo que considero fundamental, una visión de conjunto. El parto es un proceso natural y por tanto todos los que intervenimos de alguna manera en él lo único que tenemos que hacer es intentar que sea lo más seguro y cómodo posible. El anestesiólogo es quien se ocupa del control del dolor, la analgesia epidural es la técnica que mejor cumple ambos objetivos: analgesia y seguridad.
Demasiadas cuestiones para tan breve espacio.
Gracias por compartir tus inquietudes.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Muchas gracias a ti por responderme!
Saludos!
Camino

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