La tierra se hace blanda para poder sentir
el peso de las hojas
y regala su musgo a la vorágine del viento
que cabalga al encuentro de la cresta
Los árboles presienten su crepúsculo y tiemblan
como un pájaro rojo
que ha llevado lo agudo al extremo de la sombra
Hay danza de maderas
ahínco en la raíz
Una niña dulce espera en el estanque
y ve como anochecen las manos del otoño ...
( Del poemario “Imágenes” Inédito )
Visto en MUJERESESCRITORAS
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