10 de noviembre de 2009

INDOLENCIA OTOÑAL

Si hay una época del año propicia para mirar a través de los cristales y dejarse llevar por atardeceres de mesacamilla con olores a nostalgias y melancolías esa es el Otoño, sin duda. Y qué mejor compañía, para cerrar este embriagador círculo, que un fondo de violín, el instrumento otoñal por excelencia... que diría Verlain.



Chanson d’Automne
Paul Verlaine

Les sanglots longs
Des violons
De l'automne
Blessent mon coeur
D'une langueur
Monotone.

Tout suffocant
Et blême, quand
Sonne l'heure,
Je me souviens
Des jours anciens
Et je pleure

Et je m'en vais
Au vent mauvais
Qui m'emporte
Deçà, delà,
Pareil à la
Feuille morte.


Canción de Otoño

Los largos sollozos
De los violines
Del otoño
Hieren mi corazón
Con monótona
Languidez

Todo sofocante
Y pálido, cuando
Suena la hora,
Yo me acuerdo
De los días de antes
Y lloro

Y me voy
Con el viento malvado
Que me lleva
De acá para allá,
Igual que a la
Hoja muerta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No me gusta el otoño porque me hace sentir melancólica, con nostalgia y tristeza, y eso te impide disfrutar del presente; prefiero la primavera, me siento llena de energía!
La explicación científica es algo así como que el cambio de la cantidad de luz solar influye en la serotonina que se segrega en el cerebro y ésta influye en el estado de ánimo (verdad doctor?). Ala, adios melancolia!
Saludos Javier!

FJavier dijo...

Estoy contigo en que un exceso de otoño puede resultar perjudicial para la salud. Pero reconozco que ahora el presente es precísamente el otoño y que su belleza es tal que de no existir habría que inventarlo. ¿Un poquito de melancolía de vez en cuando no te parece hermoso? Gracias por aportar tu granito de "serotonina".

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