8 de noviembre de 2010

MOTIVOS PARA LA ALEGRÍA

Debería de existir un organismo encargado de desarrollar actividades orientadas a mejorar la salud colectiva. Pero no, no me refiero al Ministerio de Sanidad, este se encarga –o debería hacerlo- de prevenir la enfermedad y curarla en su caso. No, no, me estoy refiriendo a un modelo estilo sindicato, pero no para reivindicar y organizar huelgas sobre la marcha en función de la salud de los derechos, sino encargado de organizar improvisados e higiénicos acontecimientos colectivos ante esas extraordinarias ocasiones en que sucede algo realmente prodigioso. Celebraciones similares a esto:


De existir tal organismo, ahora tendría que reunirnos para que pudiéramos cantar y bailar como locos de alegría. Porque el hecho prodigioso ha ocurrido: "algunas personas han demostrado que no están dispuestas a dejarse manipular, que su determinación y dignidad va más allá del dinero, del qué dirán, de las consecuencias de su rebeldía o del miedo al fracaso". Solo dos ejemplos.


El primero se llama Santiago Sierra. Este artista ha traspasado la frontera de esa revelación inminente que es la estética para hacer de la realidad su mejor obra de arte, pura genialidad, al negarse a aceptar el Premio 2.010 de las Artes Plásticas concedido por el Ministerio de Cultura. El galardón y el suculento premio económico -30.000 euros- no han conseguido hacer mella en la dignidad de un artista consecuente consigo mismo y con su obra. La carta con la que ha renunciado a tal distinción no tiene desperdicio:

"Estimada señora González-Sinde, 
Agradezco mucho a los profesionales del arte que me recordasen y evaluasen en el modo en que lo han hecho. No obstante, y según mi opinión, los premios se conceden a quien ha realizado un servicio, como por ejemplo a un empleado del mes. 
Es mi deseo manifestar en este momento que el arte me ha otorgado una libertad a la que no estoy dispuesto a renunciar. Consecuentemente, mi sentido común me obliga a rechazar este premio. Este premio instrumentaliza en beneficio del estado el prestigio del premiado. Un estado que pide a gritos legitimación ante un desacato sobre el mandato de trabajar por el bien común sin importar qué partido ocupe el puesto. Un estado que participa en guerras dementes alineado con un imperio criminal. Un estado que dona alegremente el dinero común a la banca. Un estado empeñado en el desmontaje del estado de bienestar en beneficio de una minoría internacional y local. 
El estado no somos todos. El estado son ustedes y sus amigos. Por lo tanto, no me cuenten entre ellos, pues yo soy un artista serio. No señores, No, Global Tour.
¡Salud y libertad! 
Santiago Sierra "


El segundo ejemplo de esa determinación digna de ser celebrada tiene la característica de no ser tan excepcional y, sin embargo, representar uno de los que mejor pueden elevar a la categoría de sobrehumano el esfuerzo cotidiano dirigido a hacer posible un mundo mejor. Un vídeo que habla por sí mismo.




¡Enhorabuena, mundo!

6 comentarios:

Jezabel Montenegro dijo...

Lo del Sierra ha sido maravilloso, como una inyección de esperanza y un buen meneo a una sociedad tan acostumbrada a tragar, tragar y tragar, que olvida que las cosas podrían ser de otra manera solo con tomar la decisión.
Bello y brutal el 2º vídeo.
Besos

Matices dijo...

Pienso que la coherencia con uno mismo, casi sin darnos cuenta, nos da premios gratificantes, eso en esta vida es mucho.

El primer video lo conocía,una inyección de vitalidad... el segundo me impactó.
Gracias.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Estupendo post!..ideal para comenzar la mañana!...gracias!

Saludos desde el sur.

Colorin dijo...

¡Genial!

BEATRIZ dijo...

Un post que me tranquiliza un poco. Ya había comenzado a sentir que no tengo aspiraciones mayores por no gustar de concursos poéticos que ofrece el estado. Hay universitarios sobre todo en música, literatura y artes plasticas, que solamente sobreviven por las becas que ofrece le gobierno...tengo amigos que me han invitado a participar muchas veces, y yo encuentro que una obra de arte ha de ser única, por tal motivo es pueril hacerla concursar con otras obras con el fin de lucro.
Pero bueno, los últimos años, me han hecho pensar en que no concurso por miedos, y yo misma lo he cuestionado, me debato Javier.
Pero tu post me tranquiliza algo.
Gracias.

Anónimo dijo...

No he podido ver los vídeos, por este ordenador de hojalata que tengo pero, desde luego, hay que tener una gran determinacion y dignidad.
En los tiempos que corren, de crisis y exaltación personal, es mas encomiable el gesto de Sierra.

Felicidades Javier.

María de la Cal

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