5 de julio de 2014

DISTANCIAS SUBJETIVAS












"... Se difumina un poco y comienza a pasar; luego parece surgir nuevamente. ¡Ay de mi!, aquella sonrisa de dientes resplandecientes... aquellos párpados de venas de encaje. Oh, quién me ayudará a recordar, pues se encuentra demasiado lejos, demasiado oscuro, y yo no puedo recordarlo completamente; aunque mis labios aún se estremecen, y mis brazos se encuentran aún extendidos, nuevamente comienza a desvanecerse. Ya hay una mirada de tristeza, demasiado profunda para expresar con palabras, al darse cuenta de que no es reconocida.... ella, cuya mera presencia pudo una vez extinguir para mí el universo entero... y ella se devuelve, lentamente, tristemente, silenciosamente a su oscuro e inmenso sueño, para soñar y soñar con el día en que la recordaré y que vendrá a donde pertenece. "

Algernon Blackwood 
La casa vacía (fragmento)


















"Hay una distancia que evoca matices del olvido y esa frustración de los ojos cerrados cuando intentan rescatar sin éxito la exactitud que hubo en cada milímetro y en cada segundo. Sin tenerlo presente, apenas con la vaga impresión de lo que fue, adivino su carencia precisa como si pudiera cotejarla en cada detalle ahora. Sé que este juego de percepción y memoria tiene vida propia y que en realidad yo no puedo sino constatar en cada regreso que mi conciencia está sometida a una inercia ajena que me despoja incluso de la cualidad de pertenencia. La certeza de lo vivido, incluso la de mí mismo, aquello que fui o por lo que cambié mi mundo, es, ahora que vuelvo a retomarlo, apenas la sombra de su recuerdo. 

Hay una distancia que se integra en una zona insospechada del cerebro y que nos muestra una perspectiva inverosímil de cada presencia. Así, como si mirásemos con ojos ajenos, se nos revela un mundo nuevo y con ello, de alguna manera, la necesidad de volver a identificar y renombrar lo ya conocido. Esta vocación de explorador de la realidad dibuja un mapa emocional apasionante donde las palabras buscan nuevas distancias que justifiquen el esfuerzo por capturar la imprecisión de lo vivido y encontrar el sentido a tanta incertidumbre.

Hay, al fin, una distancia en la cual te recuerdo."





































Las fotografías pertenecen a Lucyna Kolendo

4 comentarios:

César dijo...

Nos pones en un aprieto. Qué comentar ante el realismo, ante el juego de la belleza de la piel, de los cuerpos jugando entre sí. Tal vez intentes convencernos de que no los maltratemos, de que la arruga es bella, de que no deberíamos avergonzarnos de ellos ni siquiera cuando la flacidez ataque por popa y por proa y a babor...
Pero seguramente lo único que has pretendido es que disfrutemos con el arte y la poesía.
Y eso está conseguido.

José Alfonso Romero P.Seguín dijo...

El pliegue de la piel abre un espacio infinito por el que transitan nuestros sentidos reclamando memoria, la universal memoria del alma, la memoria constituida en recuerdo intacto e imborrable al que podremos regresa y en él que podremos convocar una y otra vez a esa piel y esa respuesta capaz de emocionarnos hasta ese sublime esfuerzo de engendrar recuerdo. Nada somos lejos de esa elemental visión, esa digo, que nada esconde porque nada teme, que nada busca porque todo da.
La delicada prosa junto a la delicada visión de una piel tan real y admisible nos hace sentir de este mundo y a la vez de ese otro que es tan nuestro como la piel, me refiero al del alma.
Gracias amigo por tu aportación a nuestra elemental belleza.
Recibe un fraternal abrazo.
Mis mejores deseos para este agosto de fuego y sangre.

Anónimo dijo...

Javier,
Muchas gracias por dedicarnos parte de su tiempo.
¡Le echábamos de menos!.
En esta calurosa estación, todos queremos lucir nuestros cueros, tersos, marchitos ó arrugados, no importa. Y aunque digamos que la arruga es bella, intentamos disimularla porque no nos hace mucha gracia. Admiramos la belleza y la perfección de los cuerpos, pero es una cosa que no podemos elegir y tenemos que sacar partido de otras virtudes ó de un buen vestido. "Un palo vestido de palo no parece palo".
La piel es el órgano más grande y más maravilloso del cuerpo, el que produce intercambios entre nuestro organismo y el exterior, nos protege, nos transmite, nos estimula, regula nuestra temperatura....tratamos de conservarla por fuera, pero también debemos cultivarla por dentro.
Gracias otra vez por hacernos disfrutar con sus valiosos comentarios. !!MUY FELICES VACACIONES¡¡
Un abrazo.
María de la Cal

Jezabel dijo...

Pues claro que puedo demostrar que no soy un robot! Arrugas en la piel y recuerdos en la mente, cicatrices de vida. Bellísimo

Un besazo

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