"Se escuchan con insistencia interesantes combinaciones de palabras como: “violencia de género”, “fracaso de la educación”, “carencia de valores y principios”, “memoria histórica”, “igualdad de la mujer”, etc. Yo quiero traer a la memoria a una generación educada en el principio de “la letra con sangre entra” y a la que se dieron muchas más bofetadas de la que es capaz de recordar; que después en la universidad sufrió la movida política y los golpes de “los grises” hasta dentro del aula; que paseó por calles en las que el miedo iba de la mano de la libertad, palabra prohibida y perseguida; que más tarde cuando acudió forzada “a servir a la patria” fue tratada peor que a presos: humillados, vejados, golpeados…; y por fin ahora cuando apela a la justicia para resolver los conflictos de pareja es despojada de todo, incluidos los hijos. Pobre generación. Sin embargo y a pesar de todo ello pienso que hay que seguir teniendo fe en la justicia, en que la lucha contra la violencia será algún día independiente de sus apellidos, en que la igualdad no será de un solo sentido y en que la educación en valores y principios no obedecerá a una memoria parcial, ni a una paternidad desautorizada y alienada por una sociedad maniquea y una justicia ineficaz. Amén."
VAMOS, QUE DIGO (Fragmento)
No hay comentarios:
Publicar un comentario