Flases que recuperan para el sepia un mundo olvidado y oscuro en las entrañas de la gran ciudad. Fríos y solitarios espacios de paso, ahora sólo para ecos lejanos, que sin embargo aguardan atentos una visita inminente, como atrapados en aquel tiempo de los espíritus condenados a un purgatorio que ya no existe.
Túneles que enlazan líneas y que se utilizan principalmente para trabajos de mantenimiento y almacenaje. Restos de antiguas líneas que esperan dormidos el cierre en ese espacio reservado para el olvido.
Visto en SLEEPYCITY
3 comentarios:
¿Has conducido un metro alguna vez?
Hace dos semanas tuve la oportunidad de hacerlo, y no te imaginas la sensación que da la perspectiva de los túneles desde la cabina, tan diferente a la que tenemos cuando vamos de viajeros.
Javuier, tocas otro punto sensible con los túneles, que no sin argumentos pueden presentarse como puentes al revés. Con sus alcantarillas, sus catacumbas y sus túneles del metro podría París ser la campeona de los canales subterráneos. Pero está Roma "la oculta", que con su impenetrabilidad no hace más que reforzar el misterio. Gracias por estas miradas.
No, Berni, nunca lo he hecho, debe de ser inquietante. Un viaje a través de un paisaje reservado para los sueños.
Es evidente, E.C.Pedro, que estás acostumbrado a mirar más allá de las apariencias. Las grandes ciudades van dejando restos encerrados como residuos inservibles. Pero las grandes metrópolis Romanas lo que guardan son verdaderos tesoros.
Gracias por vuestros comentarios.
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