9 de febrero de 2010

EL POETA DE ARROYOS ENCENDIDOS


Siendo como somos una parte integrante del universo, uno de sus productos, no es de extrañar que podamos encontrar en nosotros mismos tantas similitudes con él.
En particular me refiero ahora a lo que hace referencia a la capacidad creativa del hombre, tan poco diferente a la de la propia naturaleza. El poeta de la luz, el poeta del viento, el del caos,… términos habituales con los que intentamos relacionar una manera de entender la creatividad de un poeta y su elemento de la naturaleza que de alguna manera le identifica y define.

Esta introducción puede venir a cuento porque quiero recordar a un poeta que es todo un universo. De él se ha dicho que su obra es vanguardista, que pertenece al tremendismo, estridentismo, que dota a sus palabras de un especial volumen, gritos imposibles que han tenido que ser escritos necesariamente con las dos manos, polémico, revolucionario y rompedor.
Pero yo pienso más bien que la dificultad para definir su obra radica en la complejidad de la época en la que le tocó vivir, en su comprometida personalidad, en su arrolladora pasión y en la enorme fuerza de su voz.

Si yo tuviera que elegir un elemento con el que identificarle lo haría sin duda con un volcán en plena actividad. Sus palabras, erupción de lava ardiente que escupe inundando el entorno, es un esfuerzo tan valiente como inútil por cambiar el paisaje de una vida adversa y arrasar un mundo que le atenaza hasta hacerle imposible la vida.

Cuidado con sus palabras, aún queman. No recomendado para pieles sensibles.


Alan Hovhaness - Alleluia and Fugue - Op 40b - Seattle Symphony Orchestra



“Pablo de Rokha, seudónimo de Carlos Díaz Loyola, nació en Licantén, localidad de la VII región, un 17 de octubre de 1894 y se suicidó en Santiago, el 10 de diciembre de 1968, después de una vida turbulenta y trágica como su propia obra. Pablo de Rokha fue polémico y rebelde desde su infancia. Su personalidad manifiesta una amargura y desesperanza sin límites, que tiene la doble connotación de desesperanza fundamental sobre la vida y su finalidad, y sobre la suciedad sórdida de la vida material y sus injusticias abismantes. Un sentimiento de profunda soledad lo acompañó toda su vida, atenuado por el amor que sentía a su familia. Andariego, junto a su esposa Winett de Rokha, recorrió el territorio nacional vendiendo sus libros e impregnándose de la cultura provinciana de Chile, en una labor titánica de divulgación e investigación cultural. Sin embargo, su sentimiento de desapego y soledad aumentarían con la muerte de su esposa y la pérdida de sus hijos Tomás, Carlos, Pablo.”



FUEGO NEGRO
(Carta de amor a su esposa fallecida) (1951)

“Adentro de un arco de llanto, que ningún ser humano ya jamás mirará, yo, borrado, acu­chillado, con la lengua quemada por el ancestro del mundo, y el grito inútil, como adentro del pellejo universal, te seguiré lla­mando: viejo, ruinoso, muerto, sin cabeza, sin corazón, sin pupilas, hundido en lo infinito del infinito, y en el hoyo tremendamente hon­do de lo irreparabilísimo, que rodea la gran soledad catastrófica con que me va a saludar tu actitud deshecha cuando me acueste, can­sado de estar cansado de cansancio, a todo lo largo y lo ancho de tus riberas irremediables, despedazado en la memoria de las siglas, con­tigo y los hijos y las hijas y los nietos y las nietas y los padres y las madres, te seguiré llamando; caídos los vestigios y desapareci­do, hundido y perdido definitivamente en las tinieblas de la materia que únicamente, álgi­damente, horridamente alumbra cuando engendra, como un eco, un individuo, en aquel instante inmemorable en que no he de ser ni una sombra de una sombra, te seguiré llamando, y te seguiré llamando por los siglos de los siglos de los siglos, desde la eternidad vacía, hacia la eternidad vacía, te seguiré llamando ... aprendí a escribir adorándote, can­tándote, idolatrándote, y hoy lanzo pedazos del mundo hecho pedazos, a tu memoria, tron­chado y desde abajo, por adentro de un montón de escombros, entre la sociedad que se derrumba, agonizando, y los pequeños cha­cales hambrientos, que aúllan en el gran crepúsculo, en el cual todo está roto y no tie­ne sentido, todo está roto, todo está roto, y por cuyo abismo se levantan las hachas y las horcas, entre las llamas amargas, desaforadas de las últimas catástrofes, con un gran cintu­rón de terremotos y de cataclismos; ahora la aurora no volverá a asomar más, y los mun­dos oscuros, entrechocándose, rodarán, conmigo adentro, a la soledad enfurecida. Degüello mi lenguaje a tus pies y me arrojo como un toro oscuro y desnudo contra la nada."


de "ACERO DE INVIERNO" (1961)
.........Canto del Macho Anciano
.....
.....(Fragmento)

..... Sentado a la sombra inmortal de un sepulcro,
o enarbolando el gran anillo matrimonial herido
.......... a la manera de palomas que se deshojan
.......... como congojas,
escarbo los últimos atardeceres.

...... Como quien arroja un libro de botellas tristes
.......... a la Mar-Oceáno
o una enorme piedra de humo echando sin embargo
.......... espanto a los acantilados de la historia
o acaso un pájaro muerto que gotea llanto,
voy lanzando los peñascos inexorables del pretérito
contra la muralla negra.

..... Y como ya todo es inútil,
como los candados del infinito crujen en goznes
..........mohosos,
su actitud llena la tierra de lamentos.

..... Escucho el regimiento de esqueletos del gran
.......... crepúsculo,
del gran crepúsculo cardíaco o demoníaco, maníaco
.......... de los enfurecidos ancianos,
la trompeta acusatoria de la desgracia acumulada,
el arriarse descomunal de todas las banderas,
.......... el ámbito terriblemente pálido
de los fusilamientos, la angustia
del soldado que agoniza entre tizanas y frazadas,
.......... a quinientas leguas abiertas
del campo de batalla, y sollozo como un pabellón
.......... antiguo.

..... Hay lagrimas de hierro amontonadas, pero
por dentro del invierno se levanta el hongo infernal
.......... del cataclismo personal, y catástrofes
.......... de ciudades
que murieron y son polvo remoto, aúllan.

,,,,, Ha llegado la hora vestida de pánico
en la cual todas las vidas carecen de sentido,
.......... carecen de destino, carecen de estilo y de
.......... espada,
carecen de dirección, de voz, carecen
de todo lo rojo y terrible de las empresas
.......... o las epopeyas o las viviendas ecuménicas,
que justificarán la existencia como peligro y como
.......... suicidio; un mito enorme,
equivocado, rupestre, de rumiante
fue el existir; y restan las chaquetas solas del
.......... ágape inexorable, las risas caídas
.......... y el arrepentimiento invernal de los excesos,
en aquel entonces antiquísimo con rasgos de santo
.......... y de demonio,
cuando yo era hermoso como un toro negro y tenía
.......... las mujeres que quería
y un revólver de hombre a la cintura.

..... Faltan las glándulas
y el varón genital intimidado por el yo rabioso,
.......... se recoge a la medida del abatimiento
.......... o atardeciendo
araña la perdida felicidad en los escombros;
el amor nos agarró y nos estrujó como a limones
.......... desesperados,
yo ando lamiendo su ternura,
pero ella se diluye en la eternidad, se confunde
.......... en la eternidad, se destruye en la eternidad
.......... y aunque existo porque batallo y "mi poesía
.......... es mi militancia",
todo lo eterno me rodea amenazándome y gritando
.......... desde la otra orilla.

..... Busco los musgos, las cosas usadas y
.......... estupefactas,
lo postpretérito y difícil, arado de pasado
.......... e infinitamente de olvido, polvoso y mohoso
.......... como las panoplias de antaño, como
.......... las familias de antaño, como las monedas
...........de antaño,
con el resplandor de los ataúdes enfurecidos,
el gigante relincho de los sombreros muertos,
.......... o aquello únicamente aquello
que se está cayendo en las formas
el yo público, la figura atronadora del ser
que se ahoga contradiciéndose.

..... Ahora la hembra domina, envenenada,
y el vino se burla de nosotros como un cómplice
.......... de nosotros, emborrachándonos, cuando nos
.......... llevamos la copa a la boca dolorosa,
acorralándonos y aculatándonos contra nosotros
,,,,,,,,,, mismos como mitos.

..... Estamos muy cansados de escribir universos
.......... sobre universos
y la inmortalidad que otrora tanto amaba el corazón
.......... adolescente, se arrastra
como una pobre puta envejeciendo;
sabemos que podemos escalar todas las montañas
.......... de la literatura como en la juventud heroica,
.......... que nos aguanta el ánimo
el coraje suicida de los temerarios, y sin embargo
.......... yo,
definitivamente viudo, definitivamente solo,
.......... defnitivamente viejo, y apuñalado de
.......... padecimientos,
ejecutando la hazaña desesperada de sobrepujarme,
el autorretrato de todo lo heroico de la sociedad
.......... y la naturaleza me abruma;
¿qué les sucede a los ancianos con su propia
.......... ex combatiente sombra?
se confunden con ella ardiendo y son fuego
.......... rugiendo sueño de sombra hecho de sombra,
lo sombrío definitivo y un ataúd que anda llorando
.......... sombra sobre sombra.

..... Viviendo del recuerdo, amamantándome
del recuerdo, el recuerdo me envuelve y al retornar
.......... a la gran soledad de la adolescencia,
padre y abuelo, padre de innumerables familias,
raguño los rescoldos, y la ceniza helada agranda
.......... la desesperación
en la que todos están muertos entre muertos,
y la más amada de las mujeres, retumba en
.......... la tumba de truenos y héroes
labrada con palancas universales o como bramando.

..... ¿En qué bosques de fusiles nos esconderemos
.......... de aquestos pellejos ardiendo?
porque es terrible el seguirse a sí mismo cuando
.......... lo hicimos todo, lo quisimos todo,
.......... lo pudimos todo y se nos quebraron
.......... las manos,
las manos y los dientes mordiendo hierro con
.......... fuego;
y ahora como se desciende terriblemente de
.......... lo cuotidiano a lo infinito, ataúd por ataúd,
desbarrancándonos como peñascos o como caballos
......... .mundo abajo,
vamos con extraños, paso a paso y tranco a tranco
.......... midiendo el derrumbamiento general,
calculándolo, a la sordina,
y de ahí entonces la prudencia que es la derrota
.......... de la ancianidad;
vacías restan las botellas,
gastados los zapatos y desaparecidos los amigos
.......... más queridos, nuestro viejo tiempo, la época
y tú, Winétt, colosal e inexorable.

..... Todas las cosas van siguiendo mis pisadas
.......... ladrando desesperadamente,
como un acompañamiento fúnebre, mordiendo
.......... el siniestro funeral del mundo, como
.......... el entierro nacional
de las edades, y yo voy muerto andando.
.......... Infinitamente cansado, desengañado, errado,
con la sensación categórica de haberme equivocado
.......... en lo ejecutado o desperdiciado
.......... o abandonado o atropellado al avatar del
.......... destino
en la inutilidad de existir y su gran carrera
.......... despedazada;
comprendo y admiro a los líderes,
pero soy el coordinador de la angustia del universo,
.......... el suicida que apostó su destino a la baraja
de la expresionalidad y lo ganó perdiendo
.......... el derecho a perderlo,
el hombre que rompe su época y arrasándola, le da
.......... categoría y régimen,
pero queda hecho pedazos y a la expectativa;
rompiente de jubilaciones, ariete y símbolo
.......... de piedra,
anhelo ya la antigua plaza de provincia
y la discusión con los pájaros, el vagabundaje y
.......... la retreta apolillada en los extramuros.

..... Está lloviendo, está lloviendo, está lloviendo,
¡ojalá siempre esté lloviendo, esté lloviendo
.......... siempre y el vendaval desenfrenado que
.......... yo soy íntegro, se asocie
a la personalidad popular del huracán!

..... A la manera de la estación de ferrocarriles,
mi situación está poblada de adioses y de ausencia,
.......... una gran lágrima enfurecida
derrama tiempo con sueño y águilas tristes;
cae la tarde en la literatura y no hicimos lo que
.......... pudimos,
cuando hicimos lo que quisimos con nuestro pellejo.

..... El aventurero de los oceános deshabitados,
el descubridor, el conquistador, el gobernador
.......... de naciones y el fundador de ciudades
.......... tentaculares,
como un gran capitán frustrado,
rememorando lo soñado como errado y vil
.......... o trocando en el escarnio celestial del
.......... vocabulario
espadas por poemas, entregó la cuchilla rota del
.......... canto
al soñador que arrastraría adentro del pecho
......... .universal muerto, el cadáver de un conductor
......... .de pueblos,
con un bastón de mariscal tronchado y echando
.......... llamas.




4 comentarios:

leon no es feroz dijo...

No conocía a este poeta chileno. Sus desgarradoras palabras, me han recordado a César Vallejo en algún poema y al dolor de Miguel Hernández. Gracias por traernóslo a tu ventana.
Un saludo afectuoso.

FJavier dijo...

Creo que tiene una fuerza arrolladora, lamentablemente también es de una tristeza sobrecogedora. Me alegra que te haya gustado, Carmen. Gracias a ti por tu enriquecedor y amable comentario.

Abraham Monterrosas Vigueras dijo...

Hay genios entre nosotros. Bendita sea la vida, que nos regala un granito del enorme talento de estos creadores.

Me encantó el cierre de tu texto: "Cuidado con sus palabras, aún queman".

Saludos desde México

FJavier dijo...

Ese talento al que te refieres, Ibrahim, pasaría de largo si no hubiese personas con la sensibilidad necesaria para descubrirlo y retenerlo. Como la tuya.
Mis saludos también para ti.

Related Posts with Thumbnails