13 de noviembre de 2011

PAÍSES DE CARTOGRAFÍAS PARALELAS



" Te acuerdas, Loleh, en Alicia en el país de las maravillas, 
Tweedledee cuando explica a la niña 
que ella existe sólo porque el rey la sueña. 
Si el rey se despierta amenaza Tweedledee ¡bang! 
vas a evaporarte como cuando soplamos una vela, 
pero es verdad que existo, dijo Alicia llorando 
Está también Platón, su historia de la caverna 
y Chuang-Tzé que sueña que es una mariposa 
y se pregunta a sí mismo cuando despierta si no será 
una mariposa que sueña ser Chuang-Tzé 
Está además Descartes, y la posibilidad de que todo no sea 
más que una jugarreta de un genio malo, y el otro, 
el irlandés que querría despertarse por fin 
de la pesadilla de la Historia. 
Quizás después de todo yo sólo he soñado 
que camino junto a ti, si sueño que te amo,
si sueño que soy yo que sueño que tú existes, 
¿quién se despertará al final de mi sueño? 
Pero el viejo sabio chino sonríe dulcemente 
me sosiega, yo podría aceptar la idea
de que nada bueno me hubiese ocurrido nunca de verdad, 
pero que Loleh no haya existido encuentro la cosa improbable. 
Sí, tú estás aquí y el viejo maestro chino murmura, 
si no existe nadie más que yo, no existe nada de mí. " 

Claude Roy 
Algo de realidad




Ghadah Al Kandari




Supongamos que usted está pensando en diseñar una nueva vida o simplemente en rediseñar de alguna manera la que ya tiene. Supongamos también que, dada su falta de preparación para el diseño, decide dejarse guiar por algún gurú que no pertenezca al intrincado mundo de la psicoterapia, tan proclive a las falacias del razonamiento convergente. Supongamos además que, más allá del cambio que desea, usted no tiene una idea rígida sobre dónde quiere que le lleve dicho cambio y se muestra abierto a cualquier posibilidad nueva aunque esta represente una verdad alternativa. Si usted es capaz de suponer todas estas cuestiones seguramente se encuentre en disposición de utilizar el enriquecedor pensamiento paralelo –“lateral thinking” de Edward De Bono-, un tipo de pensamiento eminentemente creativo que se apoya en el ingenio y huye de las rigideces de la lógica. Una magnífica herramienta para la ingeniería que nos ocupa. Su actitud es correcta, permítame decirle, va por el buen camino. 

En cambio, si lo que usted quiere suponer se corresponde más bien con un tipo de pensamiento vertical, tradicional y eminentemente lógico, en busca de un resultado concreto que responda a su verdad o a una verdad única, entonces mis palabras no le van a servir de nada porque estas representan en sí mismas una invitación trasgresora y provocativa para el pensamiento, de proyección divergente, con la intención de explorar no tanto lo que uno es como lo que uno puede llegar a ser. Dicho sea con poca ambición y mucha humildad. 




En fin, quiero que el cerebro derecho se ponga a trabajar y para ello he elegido a un gurú del diseño, al maestro Milton Glaser. (Si por un casual en este momento le asalta la perplejidad o la duda ante el hecho de que un gurú de la ilustración y el diseño gráfico pueda servir de ejemplo y guía para rediseñar su vida entonces, me temo, su cerebro izquierdo empieza a traicionarle. ¡Huya! –cerebralmente hablando-). 






El caso es que llamó mi atención un artículo publicado en “el malpensante” sobre la charla que dio Milton Glaser en el American Institut of Graphic Arts. En ella confiesa diez cuestiones que tienen que ver con el mundo de los diseñadores y que aprendió a lo largo de los años. Diez cosas relacionadas con distintos aspectos de la vida y que, por lo tanto, uno no debiera pasar por alto. Al menos eso es lo que me digo a mí mismo.

Cuestiones que, más o menos, responden a los siguientes enunciados: 


1. Sólo puedes trabajar para gente que te agrada. 


No se trata de rehusar un trabajo porque el cliente nos caiga mal, que no está el patio como para eso. Pero sí que tengamos en cuenta que nuestro trabajo, sea en el ámbito que sea, será más valioso y enriquecedor si incluimos el afecto hacia aquellos con quienes lo desarrollamos como un elemento primordial del que dependerá la satisfacción última del resultado de nuestro esfuerzo. 


2.- Si puedes elegir, no tengas un empleo. 


Por supuesto, ten una actividad o un trabajo con el que vivir dignamente pero no un empleo. Esta es una palabra que se corresponde con una estructura de vida en la que los ritmos rígidos, las cesiones a la seguridad y la pérdida de un horizonte de efectiva autonomía personal establecen de antemano unas coordenadas de servil utilitarismo que te limitan en el tiempo en función de intereses absolutamente ajenos. La jubilación, la evidencia más contundente, marca esa vejez que determinarán ellos. 


3.- Algunas personas son tóxicas, mejor evitarlas. 


Se refiere a aquellas personas que te roban la energía, te cansan o te hacen sentir débil. Y apunta a la conveniencia de utilizar un test para identificarlas y evitarlas. Tan simple como dedicarles un tiempo y observar su efecto. Si te sientes con más energía, más fortalecido, entonces adelante, se trata de una persona enriquecedora. En caso contrario, procura escapar de su compañía. 


4.- El profesionalismo no basta. 


El profesionalismo entendido como esa manera de actuar que implica un sometimiento total a la “reducción de riesgos”, de no alejarse de aquello que por haber funcionado bien en el pasado representa la mejor opción posible. La recurrencia en nuestra manera de actuar, el eliminar la transgresión, como un elemento que debe formar parte en la manera de entender la vida, limita la capacidad de cambio, de autocrítica, de crecimiento personal. Fomenta un desarrollo puramente mecanicista de nuestra manera de pensar y limita la capacidad de progreso en lo puramente humano. 


5.- Menos no necesariamente es más. 


En contra de la conocida máxima minimalista “menos es más”-Ludwing Mies Van Der Rohe-, que parece encerrar una paradoja resistente a la razón, yo prefiero como alternativa esta otra mucho más apropiada: “Suficiente es más”. 


6.- El estilo no es confiable. 


El estilo es irrelevante. Ser leal a uno determinado es absurdo, por mucho que los intereses ajenos, económicos o no, aconsejen lo contrario. La evolución de las modas o el éxito simultáneo de manifestaciones artísticas de estilos opuestos lo corroboran. Distinguirse de los demás y mantener una identidad propia, con tus propias creencias y preferencias, sin renunciar a la capacidad de cambio se convierte en un complicado y necesario acto de equilibrio. 


7.- En la medida en que vives, tu cerebro cambia. 


El cerebro es el órgano más activo y con mayor plasticidad del hombre, susceptible permanentemente al cambio y a la regeneración, maleable ante cada experiencia de la vida. El pensamiento, pues, cambia nuestro cerebro, su estructura, y con ello nuestra vida y nuestro comportamiento. Más allá de la atención que demos a la calidad en las percepciones que se transmiten por nuestros sentidos, debemos de tomar conciencia de la importancia de ejercitarnos en el control de nuestros pensamientos, en aquello que los genera y propicia tanto como en nuestra capacidad para cultivarlos y manejarlos adecuadamente, es esta la única manera de dirigir el crecimiento de nuestro cerebro por el mejor camino. 


8.- La duda es mejor que la certeza. 


Cualquier posición ideológica sostenida con firmeza deviene restrictiva a la hora de experimentar. El escepticismo nos previene de las convicciones apasionadas que limitan nuestra apertura al mundo anclándonos en las certezas absolutas, tanto como del cinismo mismo. No excluir la posibilidad de que otros puedan tener razón no implica una merma en la naturaleza del compromiso, solo te libera de la autosuficiencia. El enemigo que representa el narcisismo afecta directamente a la naturaleza de la relación con los otros: “El amor –decía Iris Murdoch- es el hecho extremadamente difícil de darse cuenta de que el otro, que no es uno, es real”. 


9.- Sobre la edad. 


Dice Roger Rosenblatt en su libro Ageing Gracefully (Envejeciendo con gracia): “No importa. No importa lo que pienses. Sigue esta regla y agregarás décadas a tu vida. No importa si es tarde o temprano, si estás aquí o allá, si lo dijiste o no, si eres inteligente o estúpido. Si saliste despeinado o calvo o si tu jefe te mira rayado o tu novio o novia te mira rayado, si tú estás rayado. Si consigues o no que te den ese ascenso o casa: no importa”. En realidad, la edad cronológica no importa y la biológica depende de ti. 


10.- Decir la verdad. 


Es interesante observar que en el nuevo código de ética del American Institute of Graphic Arts aparece una cantidad importante de información sobre conductas para con los clientes y para con otros diseñadores, pero ni una palabra acerca de la relación del diseñador con el público. “Primum non nocere” (lo primero es no hacer daño) es una advertencia a los médicos que tiene que ver con la relación con sus pacientes, no con sus colegas o con los laboratorios. La verdad es importante en el diseño, máximo cuando uno, siendo su propio cliente, quiere evitar dañarse directamente o a través del engaño a los demás. 




Por supuesto no comparto todos sus puntos de vista, sea discrepando en el fondo o en la forma, pero a fin de cuentas Milton Glaser sólo es un experto en diseño gráfico y no tiene porqué ser un talentoso filósofo o un acertado analista de la realidad. Su aportación, más allá de lo anecdótico, representa para mí un pretexto para esta saludable gimnasia de la geometría del pensamiento que os aconsejo ejercitar, alternativamente en grupo y en solitario, como parte de este sistema de posicionamiento global que es el arte de vivir.






"Dentro de la humanidad cada raza, dentro de cada raza cada individuo es un órgano de percepción distinto de todos los demás y como un tentáculo que llega a trozos de universo para los otros inasequibles. La realidad, pues, se ofrece en perspectivas individuales. Lo que para uno está en último plano, se halla para otro en primer término. El paisaje ordena sus tamaños y sus distancias de acuerdo con nuestra retina, y nuestro corazón reparte los acentos." 

José Ortega y Gasset
El espectador (fragmento)


6 comentarios:

Neogeminis Mónica Frau dijo...

No sé si será o no acertado su punto de vista...pero me deja pensando. Ya con eso...

Muy interesante.
El video del sauna-cocina jejejeje, muy divertido!

Anónimo dijo...

Vamos tan deprisa en nuestro día a día tan programados, tan preocupados por nuestro hoy, nuestro mañana, nuestro sustento, nuestra familia, con agobio, con estres, con dolores de cabeza, con paracetamol con aspirinas, que durante muchos días nos olvidamos sonreir.
Hoy es diferente me ha hecho mucha gracia el vídeo y me he echado unas buenas risas.
Muchas gracias Javier y como siempre felicidades por este magnífico blog.
Un abrazo.
María de la Cal

José Alfonso Romero P.Seguín dijo...

Preservar la singularidad no es tarea sencilla, nos decimos, pero no es cierto, la singularidad está ganada de antemano, nace con nosotros y con nosotros muere. Cosa bien distinta es el esfuerzo que nos exige defenderla de la merma a que la somete el desmedido afán de construirnos entorno a una realidad exterior, que por más necesaria y decisiva que sea no deja de ser ficticia y engañosa en todo su extensión. Una realidad que no debiera ser jamás depositaria de una responsabilidad que la desborda, como la que entraña pasar a ser además de la mera intendencia que es, la tendencia de lo que no es, de lo que somos.
Es un placer pasear por el singular paisaje de tu alma.
Recibe un fraternal abrazo.

E. C. Pedro dijo...

Concuerdo con el diagnósitico. La mayoría de las anotaciones de la serie propuesta ayuda a refrescar y tiene solo facetas constructivas. Solo me qujaría del criterio de selección de personas 'tóxicas': alguien de mal genio podría fácilmente clasificar en esa categoría, de la que es difícil salir. Por eso es mejor seguir el concejo de juzgar caso por caso, encontrando su nivel específico de 'suficiencia'. ¡Difícil tarera!

Muchos saludos bogotanos.

Eva Magallanes dijo...

Pues adscribo cien por ciento a las indicaciones de Diseño aquí expuestas. Me parecen un acertado correlato para la vida de cualquiera y si no todas, muchas de ellas están en mi propio vivir pues mi naturaleza me impide que de otra manera sea. El texto de Roy me encanta y quisiera robármelo ¿puedo?.
Los enfoques de tus posts siempre son iluminadores para mi, me gustan, me sacan sonrisas, me devuelven la esperanza y me hacen sentir que muy cerca de ti estoy. Como ves, yo también soy adicta a ti.

Un abrazo desde el lado derecho de la masa informe que nos forma, jeee

Camila dijo...

Jajaj creo que te deja pensando un poco, resulta interesante de alguna manera , espero encontrar cosas así ahora que estoy matando el tiempo estoy en un viaje de trabajo en unos hoteles en huatulco
Saludos.

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