1 de julio de 2012

DIDO ABANDONADA DE NUEVO - IMPOSTURA



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Virgilio, La Eneida (Siglo I a. C.), Libro IV, hexámetros. Héroe troyano Eneas, hijo de los dioses, de quien descenderá Rómulo, fundador de Roma. Dido, reina de Cartago, se enamora apasionadamente de Eneas cuando este, arrojado por una tempestad a las costas de África durante su regreso de Troya, es acogido por ella. Pero Eneas debe seguir con su misión, parte. La reina decide poner fin a su vida. Dido y Eneas, barroco, 1682, Henry Purcell y Nahum Tate. Ópera en tres actos.
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La historia de amor entre Dido -Europa- y Eneas -héroe financiero- llama a su fin y con él aparece la desesperación del abandono. El dolor es grande no solo por la pasión del bienestar a la que se entregó Dido, sino porque para ello tuvo que romper con los lazos que le ataban a la memoria de Siqueoel humanismo-, su primer amor. Nuestro padre Virgilio lo sabía.











... y Dido se suicida. (vv. 648-705)




En ese momento, cuando las ropas de Ilión y el lecho conocido
contempló, en breve pausa de lágrimas y recuerdos,
se recostó en el diván y profirió sus últimas palabras:
«Dulces prendas, mientras los hados y el dios lo permitían, 650
acoged a esta alma y libradme de estas angustias.
He vivido, y he cumplido el curso que Fortuna me había marcado,
y es hora de que marche bajo tierra mi gran imagen.
He fundado una ciudad ilustre, he visto mis propias murallas,
castigo impuse a un hermano enemigo tras vengar a mi esposo: 655
feliz, ¡ah!, demasiado feliz habría sido si sólo nuestra costa
nunca hubiesen tocado los barcos dardanios.»
Dijo, y, la boca pegada al lecho: «Moriremos sin venganza,
mas muramos», añade. «Así, así me place bajar a las sombras. 660
Que devore este fuego con sus ojos desde alta mar el troyano
cruel y se lleve consigo la maldición de mi muerte.»
Había dicho, y entre tales palabras la ven las siervas
vencida por la espada, y el hierro espumante
de sangre y las manos salpicadas. Se llenan de gritos los altos 665
atrios: enloquece la Fama por una ciudad sacudida.
De lamentos resuenan los techos y de los gemidos
y el ulular de las mujeres, el éter de gritos horribles,
no de otro modo que si Cartago entera o la antigua Tiro
cayeran ante el acoso del enemigo y llamas enloquecidas 670
se agitasen por igual en los tejados de los dioses y de los hombres.
Lo oyó su hermana sin aliento y en temblorosa carrera
asustada, hiriéndose la cara con las uñas y el pecho con los puños,
se abalanza y llama por su nombre a la agonizante:
« ¿Así que esto era, hermana mía? ¿Con trampas me requerías?
¿Esto esa pira, estos fuegos y altares me reservaban? 675
¿Qué lamentaré primero en mi abandono? ¿Desprecias en tu muerte
la compañía de tu hermana? Me hubieras convocado a un sino igual,
que el mismo dolor y la misma hora nos habrían llevado a ambas.
¿He levantado esto con mis manos y con mi voz he invocado
a los dioses patrios para faltarte, cruel, en tu muerte? 680
Has acabado contigo y conmigo, hermana, con el pueblo y los padres
sidonios y con tu propia ciudad. Dejadme, lavaré sus heridas
con agua y si anda errante aún su último aliento
con mi boca lo he de recoger.» Dicho esto había subido los altos escalones, 685
y daba calor a su hermana medio muerta con el abrazo de su pecho
entre lamento y con su vestido secaba la negra sangre.
Cayó aquélla tratando de alzar sus pesados ojos
de nuevo; gimió la herida en lo más hondo de su pecho.
Tres veces apoyada en el codo intentó levantarse, 690
tres veces desfalleció en el lecho y buscó con la mirada perdida
la luz en lo alto del cielo y gimió profundamente al encontrarla.
 Entonces Juno todopoderosa, apiadada de un dolor tan largo
y de una muerte difícil a Iris envió desde el Olimpo
a quebrar un alma luchadora y sus atados miembros. 695
Que, como no reclamada por su sino ni par la muerte se marchaba
la desgraciada antes de hora y presa de repentina locura,
aún no le había cortado Proserpina el rubio cabello
de su cabeza, ni la había encomendado al Orco Estigio.
Iris por eso con sus alas de azafrán cubiertas de rocío 700
vuela por los cielos arrastrando contra el sol mil colores
diversos y se detuvo sobre su cabeza. «Esta ofrenda a Dite
recojo como se me ordena y te libero de este cuerpo.»
Esto dice y corta un mechón con la diestra: al tiempo todo
calor desaparece, y en los vientos se perdió su vida. 705












Hic, postquam Iliacas uestis notumque cubile
conspexit, paulum lacrimis et mente morata
incubuitque toro dixitque nouissima uerba: 650
'dulces exuuiae, dum fata deusque sinebat,
accipite hanc animam meque his exsoluite curis.
uixi et quem dederat cursum Fortuna peregi,
et nunc magna mei sub terras ibit imago.
urbem praeclaram statui, mea moenia uidi, 655
ulta uirum poenas inimico a fratre recepi,
felix, heu nimium felix, si litora tantum
numquam Dardaniae tetigissent nostra carinae.'
dixit, et os impressa toro 'moriemur inultae,
sed moriamur' ait. 'sic, sic iuuat ire sub umbras. 660
hauriat hunc oculis ignem crudelis ab alto
Dardanus, et nostrae secum ferat omina mortis.'
dixerat, atque illam media inter talia ferro
conlapsam aspiciunt comites, ensemque cruore
spumantem sparsasque manus. it clamor ad alta 665
atria: concussam bacchatur Fama per urbem.
lamentis gemituque et femineo ululatu
tecta fremunt, resonat magnis plangoribus aether,
non aliter quam si immissis ruat hostibus omnis
Karthago aut antiqua Tyros, flammaeque furentes 670
culmina perque hominum uoluantur perque deorum.
audiit exanimis trepidoque exterrita cursu
unguibus ora soror foedans et pectora pugnis
per medios ruit, ac morientem nomine clamat:
'hoc illud, germana, fuit? me fraude petebas? 675
hoc rogus iste mihi, hoc ignes araeque parabant?
quid primum deserta querar? comitemne sororem
spreuisti moriens? eadem me ad fata uocasses,
idem ambas ferro dolor atque eadem hora tulisset.
his etiam struxi manibus patriosque uocaui 680
uoce deos, sic te ut posita, crudelis, abessem?
exstinxti te meque, soror, populumque patresque
Sidonios urbemque tuam. date, uulnera lymphis
abluam et, extremus si quis super halitus errat,
ore legam.' sic fata gradus euaserat altos, 685
semianimemque sinu germanam amplexa fouebat
cum gemitu atque atros siccabat ueste cruores.
illa grauis oculos conata attollere rursus
deficit; infixum stridit sub pectore uulnus.
ter sese attollens cubitoque adnixa leuauit, 690
ter reuoluta toro est oculisque errantibus alto
quaesiuit caelo lucem ingemuitque reperta. 

Tum Iuno omnipotens longum miserata dolorem
difficilisque obitus Irim demisit Olympo
quae luctantem animam nexosque resolueret artus. 695
nam quia nec fato merita nec morte peribat,
sed misera ante diem subitoque accensa furore,
nondum illi flauum Proserpina uertice crinem
abstulerat Stygioque caput damnauerat Orco.
ergo Iris croceis per caelum roscida pennis 700
mille trahens uarios aduerso sole colores
deuolat et supra caput astitit. 'hunc ego Diti
sacrum iussa fero teque isto corpore soluo':
sic ait et dextra crinem secat, omnis et una
dilapsus calor atque in uentos uita recessit.





11 comentarios:

José Alfonso Romero P.Seguín dijo...

Hay una frase bíblica que ilustra a la perfección lo que siento al leer tu magnifica entrada, concretamente esa que dice:“Una palabra tuya bastara para sanarme”. Pues eso, que me siento curado en tan hermoso ejemplo.
Dido, la caprichosa Dido, Europa la antojadiza Europa, no se merecen esa suerte, la fuerza del amor y el aliento del pensamiento, eso las mueve más allá de sus íntimas miserias.
Hermosa entrada.
Recibe un fraternal abrazo.

Colorin dijo...

Gracias Javier. Lástima que el vídeo sea tan corto...
¿Y qué haremos nosotros? Sabemos lo que tenemos que hacer. ¡Vaya si lo sabemos! Pero me temo que de nuevo nos faltará el valor de luchar y nos rendiremos a las circunstancias.
Ojalá yo pudiera decir el "Bastará una palabra tuya para sanarme..." Siento que la tragedia es deamsiado real como para poder arreglarla sólo con plabras.

Felicidad Batista dijo...

Javier, tú lúcida y a la vez hermosa tragedia nos relata las peripecias de un mundo que navega a la deriva, en ese largo y cmplejo camino hacia Ítaca, hacia una Ítaca que ya no conocemos. Dido y Eneas ya han partido de Cartago y enfilan la proa hacia la isla de los comedores de loto y ya sabemos qué extraña, seductora y peligrosa música escucharán los que ingieran los ofrecimientos de los lotófagos.
Un gran abrazo.

Anónimo dijo...

¡Que sutil Javier!. Hay que saber arrastrar las lacras de los tiempos difíciles. Crisis social, paro y pobreza, llevan a crisis moral provocando frustración.No sé porqué, se me ha venido a la memoria "La vida es bella". Nos va a costar mucho enderezar los renglones torcidos de unos avariciosos sin escrúpulos. Aunque la vida apriete, por favor que no ahogue. ¡Señor que no entre en nuestra casa la desolación!
Un fuerte abrazo.
María de la Cal.

César dijo...

Me veo a los 12 años, en mi primera lectura de la Eneida, (no sea presunción sino reproche a aquellos benditos curas que intentaban pulir cuarzo)y maldiciendo a Eneas porque el muy capullo no picaba ningún anzuelo. Yo deseaba lujuria y perversión y recibía largas cambiadas de hombre íntegro.
Tal vez lo hayas elegido como ejemplo de lo que nos rodea, bonhomía y honradez impregnada en cada acccíón (y participación y preferentes).
Hermosas reflexiones.

BEATRIZ dijo...

Nunca he podido leer a Virgilio, en su total Eneida. Y me ha complacido mucho este fragmento que compartes en tan buena entrada FJavier.

Es un goce encontrar blogs con sustancia.

La comparación de DIDO con Europa,su situación actual es triste, espero que no dje de haber Europa por el suicidio de Dido.

Te saludo y espero tengas un buen fin de semana.

Anónimo dijo...

"el conocimiento instrumento para convivir."

Me maravilla la forma fragmentaria que tienes para crear una totalidad.
El como no dices y dices,o más bien, dejas ver.

El suicidio es la máxima impostura. Por ello, la suprema lucidez. La pasión, el abandono y el dolor, la pócima magistral para la muerte. Somos pura mitología.

Me encantas! (oh!, antesala de la pasión y sus secuelas!, jeee)

Berni dijo...

El triste final de Dido me ha recordado una tragedia real que me abstrajo, pese a mi resistencia, durante mi última guardia, y que aún está dando vueltas en mi cabeza (imposible apartarlo del pensamiento más que por unas horas...)
El dolor y la desesperación que ha supuesto el affaire entre Europa y el héroe financiero es inconmensurable.... una funesta e injusta carga para los verdaderos sufridores de la misma.

La belleza de la danza y la música resultan reconfortantes, pero el canto del bailarín en el último vídeo me ha provocado cierta desolación...

Un abrazo, Javier.

Eva Magallanes dijo...

Se te extraña, espero que esta ausencia se deba a otros menesteres que te tengan atrapado y todo estè bien para ti.
Mis besos.

LaCuarent dijo...

Siempre me impresionas, tu lucidez y capacidad para transformar la realidad en arte o encontrar ese arte en la realidad me asombra

Un besote

E. C. Pedro dijo...

Como una foto que pierde su color: "al tiempo todo calor desaparece, y en los vientos se perdió su vida."

¡Muchos saludos!

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