“Este anochecer que había querido escamotear me pesa de
manera extraña. Mientras pasan las horas y el día está por morir, y yo lo
quisiera ya muerto, hay hombres que han cifrado en él todas sus esperanzas,
todo su amor, sus últimas fuerzas. Hay hombres moribundos; otros que esperan un
vencimiento y no querrían que nunca llegara mañana. Hay otros para quienes
mañana asomará como un remordimiento. Otros, en cambio, se sienten fatigados, y
esta noche no será nunca lo bastante larga como para proporcionarles el descanso
que necesitan. Y yo, yo que he desperdiciado el día; ¿con qué derecho me atrevo
a invocar el día de mañana?”
Henri Alain-Fournier
El gran Meaulnes (fragmento)
El gran Meaulnes (fragmento)
"Este año, por fin, aprovechando la bajamar, me atreví a
visitar el faro abandonado. Recuerdas cuántas veces de pequeños nos acercamos
de la mano hasta la misma puerta sin atrevernos a entrar. Arriba de la torre no
encontré, como imaginarás, ninguno de esos fantasmas con los que nos llenaron
la cabeza de miedos cuando éramos niños, pero te mentiría si no reconociera que
necesité mucho valor para subir. El miedo parece estar agazapado en un lugar
inaccesible a la razón donde sobrevive, junto a ese niño que fuimos y seremos
siempre, esperando la ocasión para volver. Desde allí arriba, sereno y
nostálgico, mirando a través de la lluvia el horizonte inalcanzable y hermoso,
escribí estas letras en la pared en la certeza de que nunca sabrás que aún te
imagino conmigo, salvo en ese improbable día en que, venciendo a la muerte,
regreses a este faro a por mí.
Indicios de olor
“Pudo haber
sido,
no fue.
Deshojamos
juntos los pétalos blancos,
dijeron
sí.
Era no.
El reloj de
arena
dibujó un
desierto
disfrazado de
playa.
Y yo,
yendo y
viniendo como una ola enamorada,
una y otra vez,
hasta sucumbir al
fin
en tu
remolino.
Pudo haber sido,
no
fue.
Nada es
siempre,
metamorfosis de cada
instante.
Oigo su
eco
de voces que
se apagan,
aún,
lento,
mientras lo
sujeto firmemente,
inútilmente,
disimuladamente.
Como si pudiera engañarme
y no querer
saber.
Como si pudiera subir
hacia la
lluvia
que cae
inexorable y
pesada.
Sin mojarme.
Es la voz
nuestra
que ha
enmudecido
en esta
dolorosa confusión
de tiempos
y paisajes.
Camino,
hoy,
sobre rutinas y ausencias.
Solo
y sólo.
Disciplina
de supervivencia
para
muertos
de inminente desespero.
Pero
no hay
silencio para la sed
insaciable
de la nostalgia en ruinas.
No hay
consuelo.
Porque pudo haber
sido.
Pronto habré
olvidado
que me
negaba a ser yo
cuando no
era contigo.
Pronto asomará el olvido
cambiando el
color
del
sentimiento
y podré
asegurar,
entonces,
sin culpa ni duda
que todo fue
un sueño
en el
horizonte de este mayo
tan largo
y húmedo.”
Joan Diller (PS)
Primavera (fragmento)
Primavera (fragmento)
“Alzar los ojos, ver el cielo
es perderse por dentro. Siento el silbido
de partida, olor de humo. Estación e infancia
forman el ángulo de la perfección, de la desolación:
Dios no existe, sólo las migajas."
Márius Sampere
Estación, de Las inminencias (fragmento)
2 comentarios:
“La sed, amor, está en este extremo de la distancia y del tiempo donde te sueño “
“Si alguna vez te hice feliz.. vuelve”
Textos muy bien elegidos, acompañados de de muy buena música y ese faro que no deja indiferente. ( adoro los faros)
Mi admiración y agradecimiento.
Nube
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