14 de junio de 2010

MIGUEL

Nueces llenas de electricidad en la España de Delibes, un paseo lleno de paisajes humanos, un bálsamo para estos tiempos donde tanto se desdibujan las distancias y donde casi no hay lugar para hablar cinco minutos con el vecino sobre esta lenta muerte de cada uno. Será este verano que se muestra tan retrechero.



6 comentarios:

Jezabel dijo...

Que remal llevo la muerte de los demásssss
Besis

LaCuarent dijo...

Un homenaje a tan ilustre escritor, ¡que pena que los seres humanos tengamos fecha de caducidad.
Besos

Anónimo dijo...

La mayoría de las veces no tememos nuetra propia muerte, sino la de los seres queridos. Genial Delibes.Gracias Nube.

FJavier dijo...

Comparto la opinión de los que defienden que solo existe la muerte de los demás. El temor a las consecuencias de ello nos hace vulnerables porque es difícil imaginar un mundo sin aquellos a los que amamos.
Delibes humaniza también este temor, haciéndolo habitable. Eso creo.

Gracias por vuestra presencia.
Un abrazo.

BEATRIZ dijo...

Me ha gustado mucho tu introducción, sin duda el trabajo de Miguel ha de ser extraordinario....
Viniendo de ti la recomendación, es de no perderse.

Saludos Javier

FJavier dijo...

Sin duda, Beatriz, tu sensibilidad es una condición que favorecerá el placer de su lectura. Un abrazo y mi gratitud por tu visita.

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