19 de febrero de 2014

DESTIEMPOS






"La música,
 los estados de felicidad, la mitología,
 las caras labradas por el tiempo,
 ciertos crepúsculos y ciertos lugares,
 quieren decirnos algo,
 o algo dijeron que no debimos perder,
 o están por decir algo;
 esta inminencia de una revelación que no se produce,
 es, quizá,
 el hecho estético."

J. L. Borges




LORIN MAAZEL














Ayer noche. 

La batuta toma los dedos de Maazel y el destiempo se diluye en rodajas de partitura, Sibelius, Schumann, Strauss. Sus piernas apenas soportan el peso de tanta cuerda y el viento se confunde en su mano cuando busca el apoyo de la barandilla. Son ya muchos años al frente y desde su espalda resulta imposible discernir quién dirige realmente a quien. El vals triste, Op. 44, desmonta en apenas unos segundos al auditorio, ya no pertenecemos al lado oscuro de la luna, el silencio se hace casi perfecto y la música construye un lento y limpio amanecer cuya luz nos va inundando de un calor que detiene momentáneamente la respiración. No, no es momento para adjetivos, es momento para dejarse llevar, una forma de amor que se hace y se deja hacer sin más concesión a la razón que la que abre las puertas a un presente absoluto de absoluta emoción. 

Evidentemente, hay otros mundos.








"... desde este destiempo donde persistes inminente..."

FJMA

5 comentarios:

Anónimo dijo...

"El que en verdad ama puede estar equivocado de sujeto, pero nunca de verbo"....
excepto si su amor es a la música.....o a la poesía (en todos sus ámbitos).

Precioso y real.

Saludos. MTM

César dijo...


Hay otros mundos a duras penas habitables. Te habrás dado cuenta al salir, cuando la batuta muda en limpiaparabrisas, el director en semáforo y el violín, acallado en su funda, se transforma en chillido de ambulancia.
Disculpa, pero este mundo existe.
Porca miseria.
Habrás disfrutado y me alegra.

Berni dijo...

Hay otros mundos, muchos otros, donde algunos viven con plenitud y gloria, mientras otros "pasean" entre gozos y sombras ...

Anónimo dijo...

He tenido el placer de escuchar el concierto, una verdadera delicia. Lorin Maazel estuvo magnífico, muy buena cabeza y la Müncher Philharmoniker espléndida.
Genial el vídeo del Vals Triste.
Gracias por compartir.
Azul

Anónimo dijo...

Resultaba extraño el silencio de su blog, pero había que respetarlo. Hermosa la música que remueve nuestros adentros, maravilloso elixir que pone en movimiento nuestra alma, nuestra mente y nuestros pies.
Un privilegio para disfrutar, escuchar y compartir.
Gracias.
María de la Cal

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